Siempre Vuelven
Se trata de una película alegórica en la cual el duelo lleva a nuestro protagonista, Emilio, desde la adolescencia a la primera juventud, a través de un proceso lleno de crecimiento y transformaciones.
Emilio pertenece a una familia que arrastra por generaciones una tradición colombófila. Los colombófilos han desarrollado el arte de entrenar palomas mensajeras con una finalidad de competencia deportiva, aprovechándose de las características de estas aves. Ellas siempre vuelven a su palomar, sin importar que tan lejos sea el punto de suelta.
Consideradas atletas de alto nivel, las palomas compiten en carreras nacionales e internacionales. Las más veloces y resistentes traen gloria y plata a su palomar.
En Uruguay hay alrededor de 40 palomares que participan en competencias y entre 400 y 500 personas que crían palomas mensajeras.
La película ha sido filmada en un palomar de campo en la zona de Los Cerrillos, Canelones, Uruguay.